La vida de Adèle (2013 Francia) dirigida por Abdel Kechiche (AKA Abdellatif Kechiche) y protagonizada por Adèle Adèle Exarchopoulos, Léa Seydoux, Salim Kechiouche, Mona Walravens, Jeremie Laheurte, Alma Jodorowsky, Aurélien Recoing, Catherine Salée, Fanny Maurin, Benjamin Siksou, Sandor Funtek, Karim Saidi
EL EQUIPO DE LA CLAQUETA OPINA:
FILMS
Pepe
Marga
Orts
ram
Xavi
villa
pare
cesa
faust
10
10
LA VIDA DE ADELE
9
3
9
9
CRITICAS DE OYENTES Y AMIGOS DE LA CLAQUETA:
MARC GONZALEZ Un
gran film ,pero como en cuscus se olvida de hacer algun elipsis o
recortar no es que se haga larga (pero hay trozos sin casi dialogo solo
besos y mas besos un poco reiterativa ).me senti idenfiticada con la
protagonista (aunque lea cada vez que sale la pelicula sube )como no
esta conforme con el amor y busca lo maximo,a veces eso es complicado
,con imagenes de gran belleza ,y varias escenas que lea seydoux
demuestra que es el relevo de isabelle huppert o binoche .9 claquetas
,en el 2 visionado quizas la disfrute mas ,ayer la vi con poco espacio
para mis 2m de estatura . 9 claquetas.
VICENTE DAMIL
Que
buena, una de las grandes historias de amor de los últimos tiempos. Y
que maravilla Adele Exarchopoulos, y que valientes las dos por escenas
tan explicitas, más alla de la polémica posterior. Un 9.
MAICA NICOLAS Si,
menudas tres horas que me he zampado de amor pasional del bueno, el
auténtico, el mutuo al mismo nivel, el mejor, el que se te mete en las
entrañas, el visceral, el que necesitas la resparición del otro, el que
duele hasta el alma y en distintas fases para colmo. Yo después de ver
esto solo puedo decir, Que Dios me ampare!! Un 9 como no. Perdonarme pero he estado analizando la situación y de nueve nada, me parece perfecta. Es exquisita.
JAVIER ENRIQUEZ Maravillosa, sin más 10.
GUILLERMO NAVARRO AGUILERA Un 10. Obra maestra. Sabia que te íba a gustar Maica Nicolás.
FELIP BOLEDA he salido abrumado del cine. la protagonista impresionante. 9 claquetas.
AGUSTINA TAMAYO POZO Fabulosa película, si señor !!!
MARIA ROSA CUADRADAS FERNANDEZ fabulosa
película, atrevida, donde las dos protagonistas no precisan hablar, ya
que con sus miradas lo especifican todo. 9 claquetas.
JAVIER SUAREZ RUIZ Un 10 a la peli
ADRIAN PEÑA TAMAYO Peliculón!
JAVIER MARIN SOLANAS es casi un 10. sensible y magistral.
IVAN PENYA Grande
La vie D'Adele pude verla en Cannes y es una delicia. Spielberg acertó.
Y con la temática que toca al menos así se hablara y se dará difusión. DROGO TIGHFIELD Toda una joya del cine contemporáneo. Tres horas que no pesan porque todo interesa y está contado con inteligencia y talento. Maravillosa. Asombrosa protagonista. 9 claquetas.
ALBERTO TOVAR IMPRESIONANTE, mi primer 10 de la temporada.
DAVID RESINO PALLARES Una
hermosa película en la que Adéle Exarchopoulos realiza la mejor
interpretación femenina del año. La capacidad de la actriz para
transmitir los sentimientos de su personaje casi sin palabras me ha
asombrado y la escena en la cafetería es una de las más emocionantes de
los últimos años, dejándote con un nudo en el estómago. 9 claquetas para
esta gran obra.
CRISTINA BADIOLA Según pasan los minutos me gusta más y ójala le den el óscar a Adèle porq el papel lo borda.
XAVI DARKO La
película es una maravilla pero por su alto contenido sexual dudo que
sea nominada. Los académicos son muy conservadores, aunque ojalá me
equivoque.
JAVIER ENRIQUEZ Para mi la mejor película del 2013.
ALVARO FERNANDEZ MARTINEZ Una película que merece la pena, veráz y con unas interpretaciones soberbias. Un 8.
Sinceramente, para que se hagan películas lésbicas como ésta prefiero que no se haga ninguna… porque mucho decir que visibilizan y normalizan pero parece que nadie ve que en realidad estamos en lo de siempre: las relaciones entre mujeres se convierten en objetos de morbo masculino y en escenitas degradantes de tetas y coños antes que en cualquier otra cosa, y eso es más un retroceso que un avance. Soy lesbiana y estoy muy harta de escuchar tantas alabanzas absurdas a esta película que no es más que el desahogo pornográfico de las obsesiones de un director déspota. Fui a verla ilusionadísima porque el cómic me había encantado y tenía las esperanzas de encontrarme con algo igual de bueno o quizá mejor, pero no puedo expresar mi sorpresa al encontrarme tamaña basura… Quince minutos de porno lésbico completamente gratuito e injustificado que ensucian el resto del metraje y actúan a modo de llamada de atención desesperada (así como llamada a la recaudación, a la audiencia y a la crítica masculina) para disculpar tres horas insustanciales, desaprovechadas y vacías, con lo que podía haber dado de sí una temática inicial tan fantástica. El director sólo se preocupó de rodar tijeras y cunnilingus, no hay rastro de la profundidad de la novela gráfica, de su estética cautivante, de su buen gusto, de su sensibilidad, de su despliegue en cuanto a temas y motivos… sólo sexo explícito, poses ridículas y morbo facilón para arrastrar a la gente a verla y convertirla en vouyers. Sin esas largas escenas de sexo la película habría ganado en dignidad y fuerza, precisamente es contraproducente a su causa este excesivo regodeo. En lugar de estas escenas (o de gran parte de ellas) se podría haber aprovechado metraje e incluir, por ejemplo, una escena de ataque homófobo de los que están tan tristemente vigentes en Francia u otros países europeos, eso sí contribuiría a una mayor sensibilización del público y no una escena como la de las tijeras con la que la película cae en el ridículo, se descalifica a sí misma y le da la razón a quienes afirman que es pornografía mostrada sólo con el propósito de excitar. ¿Cuál es la intención si no de regodearse de tal manera? ¿Si no vemos ocho orgasmos no entendemos la pasión entre ambas protagonistas? ¿O la “necesidad” de meter estos quince minutos de sexo salvaje era porque si no nadie aguantaría tres horas soporíferas viendo a una actriz con cara de empanada? Me pregunto cómo es posible que nadie (o muy pocos) vean lo que es en realidad esta película: una fantasía pornográfica de un director heterosexual, basándose en un juicio apriorístico de cómo follan dos lesbianas que no es más que su propio deseo puesto en imágenes (y además tiránicamente, en plan “vosotras tocaos hasta la extenuación que yo filmo mientras babeo). De haber sido dos hombres los protagonistas (o un hombre y una mujer), el director jamás se habría recreado así en una escena sexual entre ellos y la película no habría sido tan brillante para los críticos. Si la pareja hubiera sido heterosexual y si el sexo, aunque realista, hubiera sido tratado de manera más sutil, de esta película ni se habla. Y mucho menos se la premia. Pero claro, a los críticos heterosexuales les ha gustado mucho y por eso ganó Cannes… Por eso, lo que me escama de todo esto (aparte de que me es imposible simpatizar con un señor que ha hecho que sus actrices se sientan poco menos que abusadas…) es que el director ha reducido una historia compleja sobre el amor, la amistad, la intimidad… en una larguísima escena de sexo hecha desde el punto de vista de un observador masculino y heterosexual (qué sorpresa) que reduce a las lesbianas y a las mujeres en general en objetos hipersexualizados cuyas prácticas sexuales son y deben ser aquellas que despiertan los deseos de este público en particular. Como siempre, se reduce a las mujeres (lesbianas o no) a lo mismo. Objetos. Objetos con los que vender, comerciar, excitar… objetos masturbatorios y poco más. Esta película no hace ningún favor a la causa homosexual, más bien todo lo contrario.
Si me extiendo tanto y me expreso con tanta vehemencia es porque quiero que mi punto de vista (que es el de muchas lesbianas también) ayude a entender por qué tanta indignación justificada con esta película, por eso insisto en dar explicaciones de lo que considero que es un enfado lógico (el que también siente la propia autora del cómic) y no una pura histeria “porque sí”. Y si he adoptado esta postura tan beligerante con respecto a esta película es precisamente por lo descarado y ofensivo que me resulta su intención comercial. Precisamente creo que el director se vio obligado a incluir esos 10 minutos de sexo lésbico explícito porque si no nadie iría a ver una película de 3 horas, tan lenta, tan densa y tan poco comercial en todos los demás sentidos. Recomiendo encarecidamente la lectura del cómic original para que cualquiera compruebe la diferencia por si mismo en todo cuanto afirmo: claro que hay sexo, de hecho nadie niega la necesidad de que lo haya, pero está tratado de una manera completamente diferente: con buen gusto, sensibilidad y respeto. Son escenas estéticas y realistas, no tan facilonas, exageradas y burdas como en la película, donde la mirada masculina y casi onanista se delata por sí sola. La autora, Julie Maroh, también expresó su indignación al respecto. Conste, insisto, que en ningún momento se discute sobre no mostrar sexo en la película, de hecho es necesario y está justificado que se muestre, pero no ASÍ. El problema no es con el sexo explícito siempre que esté justificado y bien presentado. El problema es cuando se ha decidido mostrar una escena sexual larguísima con el único propósito de crear morbo gratuito y polémica para después querer tomar al espectador por tonto, hacerse el ingenuo y pretender venderlo como “arte”. Eso es lo indignante. Más que una relación sincera y realista entre dos mujeres parece una fantasía pornográfica bastante tópica (e incluso ridícula por determinadas posturas) de un hombre heterosexual. Tened por seguro que si Kechiche hubiera dirigido “Brokeback Mountain” o una historia de amor con dos hombres como protagonistas, ni de coña se habría recreado tanto. Es por este cúmulo de circunstancias por el que las lesbianas nos sentimos tan ofendidas: se nos reduce siempre a lo mismo, al mismo papel de objetos destinados a dar placer o morbo a la audiencia… Es curioso que las mayores alabanzas procedan, justamente, de hombres heterosexuales; las mujeres, heteros o lesbianas, la ponen bastante peor y son mucho más críticas. Será quizá porque la cosificación sexual de la mujer es algo tan enquistado en nuestra sociedad, en todos los ámbitos, lo tenemos tan admitido, que ni se permite darle la vuelta cuando alguien lo cuestiona (y entonces, de hacerlo, se nos tacha de histéricas, mojigatas o estrechas de mente, como si confundiéramos “abiertos de mente” con “necesidad de mostrar sexo explícito”) y, como siempre, se visibiliza a las lesbianas sólo para la consecución del placer masculino; se las muestra como objetos sexuales en la pantalla con la hipócrita excusa de que es necesario ver esas escenas pornográficas para entender la vida de la protagonista. Y así, la vida de Adèle se queda reducida a “La vida sexual de Adèle”. Una película fácil, vulgar, pornográfica, con todo lo que podía haber dado de sí (no se dedica apenas atención a la lucha interior de la protagonista, a los conflictos con sus padres y amigas ni la solución a los mismos, no se incide en la necesidad de una mayor visibilización y normalización, etc.)… Es verdaderamente una lástima.
Yo creo sinceramente que Kechiche no quiso desarrollar con la misma extensión y profundidad ningún otro tema más que el sexual, disfrazando tal cantidad exagerada de escenas pornográficas bajo tres horas de “cine” y “arte”. El director parece que sólo se dirige a un público específico para que alabe su obra. Podía haber hecho una verdadera maravilla, pero se dejó cegar por el sexo y eso probablemente es el primer punto de inflexión donde se arruina la película.
Me acuerdo de “Fucking Amal”, de Lukas Moodyson, una película muy sencilla y honesta sobre adolescentes lesbianas que dura la mitad de tiempo, que no se recrea innecesariamente en trucos facilones (léase sexo explícito) y que logra transmitir bastante más de lo que logra Adele en tres larguísimas horas.
En relación con esto, mi principal motivo de queja y frustración con esta película (que por muchos motivos me resulta un compendio de tópicos facilones sobre la homosexualidad con un guión naïf e inocentón en exceso que camufla sus carencias bajo toneladas de sexo explícito absolutamente injustificado y que denota una visión masculina obvia) es la escena suprimida en el montaje final de los padres de Adèle echándola de casa cuando la pillan en la cama con Emma, que en el cómic marca un punto de inflexión importantísimo en la vida de la protagonista y así debería haber sido igualmente en la película para entender mejor su desamparo y su soledad. Esta escena sí que es vital para la trama y no la de las tijeras, por ejemplo, a la que se dedica una atención que roza el ridículo. ¿Por qué se suprimió entonces? ¿Para darle más minutos al sexo? ¿Es que no eran suficientes? Resulta incomprensible. Si alguien sabe darme una explicación a esto se lo agradecería, porque yo no la encuentro y me da mucha rabia que se haya eliminado una escena tan importante.
Esta es la película más machista que he visto en mi vida... Además de ser un bodrio de película, aburridísima, interminable, deshilvanada y absurda, tiene la desfachatez de frivolizar hasta extremos increíbles con las relaciones homosexuales entre mujeres. Toda ella me parece una predecible y tópica fantasía masculina además de perversa, tanto ella como sus intenciones, porque me parece repugnante cómo se abusó de estas dos actrices jóvenes por parte de un director ávido de morbo. Creo que no hacía ninguna falta mostrar tantísimo sexo y que si se hizo así fue únicamente para buscar polémica y audiencia, que se cargaron una novela original extraordinaria en función solo de la búsqueda de esta fantasía masculina heterosexual, que si hubieran sido dos hombres los protagonistas no habrían ido tan lejos las escenas de cama y tampoco la película habría sido tan alabada ni tan premiada y que de hecho si fue así fue porque los críticos (hombres heterosexuales, recordemos, en su mayoría) la valoraron más con los genitales que con el cerebro, ya que objetivamente es una historia bastante mediocre que no aporta nada. Sobre ella se ha discutido mucho sobre que si no es pornográfica, que si las escenas sexuales son gratuitas o no, que la historia original fue escrita por una mujer lesbiana y un hombre heterosexual se ha encargado de degradarla (cosa en la que estoy de acuerdo), que si en realidad está mostrando la realidad de cualquier relación, no sólo homosexual, blablablá. Pues que nadie se lleve a engaño, puesto que como suele decirse, “la respuesta más obvia es siempre la correcta”: la película puede parecer pornográfica y tener escenas gratuitamente morbosas, pero ES realmente una película pornográfica y gratuitamente morbosa.
¿Por qué tantas lesbianas estamos en contra de esta película? Aquí enumeramos las razones: - Fomenta tópicos machistas y morbo gratuito. - Vulgariza impunemente la maravillosa obra original, #Elazuleselcolormascalido, de #JulieMaroh, y la sexualiza convirtiéndola en basura. - Reduce la imagen de las lesbianas a mera pornografía para hombres y la relación entre ellas a una frívola fantasía machista. - Cosifica y explota a las actrices, #LeaSeydoux y #AdeleExarchopoulos, para hacer de ellas simples objetos masturbatorios. - Ningunea todos los temas profundos del cómic original, así como su buen gusto y sensibilidad, sacrificando su importancia para centrarse únicamente en la explicitud de unas larguísimas escenas sexuales totalmente innecesarias para la trama. - Intenta convencer al espectador de que estas escenas son imprescindibles para entender la vida de la protagonista, y en cambio no se regodea ni la décima parte con las escenas de cama heterosexuales (también supuestamente importantes para entender la vida de la protagonista y su evolución). - Convierte la visibilización y normalización lésbica en puro morbo para voyeurs y pajilleros. - #AbdelatifKechiche demuestra una total falta de respeto hacia la idea original concebida por la autora. - Es una película mediocre premiada y alabada injustamente sólo por su reclamo sexual, sin el cual la historia no destaca por nada y habría pasado completamente desapercibida. - Es ofensiva para las lesbianas, utilizadas una vez más para lo mismo de siempre: la consecución del placer masculino. - Toma por idiota al espectador queriendo venderle una supuesta gran historia de amor que no es más que vulgar pornografía. - Desaprovecha un fantástico material original y lo que podía haber sido una valiosa y memorable obra de referencia queda reducida al reclamo fácil y comercial. - Todo lo anterior se corrobora también con las eróticas fotos promocionales y la sexualizada campaña de publicidad.
Sinceramente, para que se hagan películas lésbicas como ésta prefiero que no se haga ninguna… porque mucho decir que visibilizan y normalizan pero parece que nadie ve que en realidad estamos en lo de siempre: las relaciones entre mujeres se convierten en objetos de morbo masculino y en escenitas degradantes de tetas y coños antes que en cualquier otra cosa, y eso es más un retroceso que un avance.
ResponderEliminarSoy lesbiana y estoy muy harta de escuchar tantas alabanzas absurdas a esta película que no es más que el desahogo pornográfico de las obsesiones de un director déspota. Fui a verla ilusionadísima porque el cómic me había encantado y tenía las esperanzas de encontrarme con algo igual de bueno o quizá mejor, pero no puedo expresar mi sorpresa al encontrarme tamaña basura… Quince minutos de porno lésbico completamente gratuito e injustificado que ensucian el resto del metraje y actúan a modo de llamada de atención desesperada (así como llamada a la recaudación, a la audiencia y a la crítica masculina) para disculpar tres horas insustanciales, desaprovechadas y vacías, con lo que podía haber dado de sí una temática inicial tan fantástica. El director sólo se preocupó de rodar tijeras y cunnilingus, no hay rastro de la profundidad de la novela gráfica, de su estética cautivante, de su buen gusto, de su sensibilidad, de su despliegue en cuanto a temas y motivos… sólo sexo explícito, poses ridículas y morbo facilón para arrastrar a la gente a verla y convertirla en vouyers.
Sin esas largas escenas de sexo la película habría ganado en dignidad y fuerza, precisamente es contraproducente a su causa este excesivo regodeo. En lugar de estas escenas (o de gran parte de ellas) se podría haber aprovechado metraje e incluir, por ejemplo, una escena de ataque homófobo de los que están tan tristemente vigentes en Francia u otros países europeos, eso sí contribuiría a una mayor sensibilización del público y no una escena como la de las tijeras con la que la película cae en el ridículo, se descalifica a sí misma y le da la razón a quienes afirman que es pornografía mostrada sólo con el propósito de excitar. ¿Cuál es la intención si no de regodearse de tal manera? ¿Si no vemos ocho orgasmos no entendemos la pasión entre ambas protagonistas? ¿O la “necesidad” de meter estos quince minutos de sexo salvaje era porque si no nadie aguantaría tres horas soporíferas viendo a una actriz con cara de empanada?
Me pregunto cómo es posible que nadie (o muy pocos) vean lo que es en realidad esta película: una fantasía pornográfica de un director heterosexual, basándose en un juicio apriorístico de cómo follan dos lesbianas que no es más que su propio deseo puesto en imágenes (y además tiránicamente, en plan “vosotras tocaos hasta la extenuación que yo filmo mientras babeo). De haber sido dos hombres los protagonistas (o un hombre y una mujer), el director jamás se habría recreado así en una escena sexual entre ellos y la película no habría sido tan brillante para los críticos. Si la pareja hubiera sido heterosexual y si el sexo, aunque realista, hubiera sido tratado de manera más sutil, de esta película ni se habla. Y mucho menos se la premia. Pero claro, a los críticos heterosexuales les ha gustado mucho y por eso ganó Cannes…
Por eso, lo que me escama de todo esto (aparte de que me es imposible simpatizar con un señor que ha hecho que sus actrices se sientan poco menos que abusadas…) es que el director ha reducido una historia compleja sobre el amor, la amistad, la intimidad… en una larguísima escena de sexo hecha desde el punto de vista de un observador masculino y heterosexual (qué sorpresa) que reduce a las lesbianas y a las mujeres en general en objetos hipersexualizados cuyas prácticas sexuales son y deben ser aquellas que despiertan los deseos de este público en particular. Como siempre, se reduce a las mujeres (lesbianas o no) a lo mismo. Objetos. Objetos con los que vender, comerciar, excitar… objetos masturbatorios y poco más.
Esta película no hace ningún favor a la causa homosexual, más bien todo lo contrario.
Si me extiendo tanto y me expreso con tanta vehemencia es porque quiero que mi punto de vista (que es el de muchas lesbianas también) ayude a entender por qué tanta indignación justificada con esta película, por eso insisto en dar explicaciones de lo que considero que es un enfado lógico (el que también siente la propia autora del cómic) y no una pura histeria “porque sí”. Y si he adoptado esta postura tan beligerante con respecto a esta película es precisamente por lo descarado y ofensivo que me resulta su intención comercial. Precisamente creo que el director se vio obligado a incluir esos 10 minutos de sexo lésbico explícito porque si no nadie iría a ver una película de 3 horas, tan lenta, tan densa y tan poco comercial en todos los demás sentidos.
ResponderEliminarRecomiendo encarecidamente la lectura del cómic original para que cualquiera compruebe la diferencia por si mismo en todo cuanto afirmo: claro que hay sexo, de hecho nadie niega la necesidad de que lo haya, pero está tratado de una manera completamente diferente: con buen gusto, sensibilidad y respeto. Son escenas estéticas y realistas, no tan facilonas, exageradas y burdas como en la película, donde la mirada masculina y casi onanista se delata por sí sola. La autora, Julie Maroh, también expresó su indignación al respecto. Conste, insisto, que en ningún momento se discute sobre no mostrar sexo en la película, de hecho es necesario y está justificado que se muestre, pero no ASÍ. El problema no es con el sexo explícito siempre que esté justificado y bien presentado. El problema es cuando se ha decidido mostrar una escena sexual larguísima con el único propósito de crear morbo gratuito y polémica para después querer tomar al espectador por tonto, hacerse el ingenuo y pretender venderlo como “arte”. Eso es lo indignante. Más que una relación sincera y realista entre dos mujeres parece una fantasía pornográfica bastante tópica (e incluso ridícula por determinadas posturas) de un hombre heterosexual.
Tened por seguro que si Kechiche hubiera dirigido “Brokeback Mountain” o una historia de amor con dos hombres como protagonistas, ni de coña se habría recreado tanto. Es por este cúmulo de circunstancias por el que las lesbianas nos sentimos tan ofendidas: se nos reduce siempre a lo mismo, al mismo papel de objetos destinados a dar placer o morbo a la audiencia… Es curioso que las mayores alabanzas procedan, justamente, de hombres heterosexuales; las mujeres, heteros o lesbianas, la ponen bastante peor y son mucho más críticas. Será quizá porque la cosificación sexual de la mujer es algo tan enquistado en nuestra sociedad, en todos los ámbitos, lo tenemos tan admitido, que ni se permite darle la vuelta cuando alguien lo cuestiona (y entonces, de hacerlo, se nos tacha de histéricas, mojigatas o estrechas de mente, como si confundiéramos “abiertos de mente” con “necesidad de mostrar sexo explícito”) y, como siempre, se visibiliza a las lesbianas sólo para la consecución del placer masculino; se las muestra como objetos sexuales en la pantalla con la hipócrita excusa de que es necesario ver esas escenas pornográficas para entender la vida de la protagonista. Y así, la vida de Adèle se queda reducida a “La vida sexual de Adèle”. Una película fácil, vulgar, pornográfica, con todo lo que podía haber dado de sí (no se dedica apenas atención a la lucha interior de la protagonista, a los conflictos con sus padres y amigas ni la solución a los mismos, no se incide en la necesidad de una mayor visibilización y normalización, etc.)… Es verdaderamente una lástima.
ResponderEliminarYo creo sinceramente que Kechiche no quiso desarrollar con la misma extensión y profundidad ningún otro tema más que el sexual, disfrazando tal cantidad exagerada de escenas pornográficas bajo tres horas de “cine” y “arte”. El director parece que sólo se dirige a un público específico para que alabe su obra. Podía haber hecho una verdadera maravilla, pero se dejó cegar por el sexo y eso probablemente es el primer punto de inflexión donde se arruina la película.
Me acuerdo de “Fucking Amal”, de Lukas Moodyson, una película muy sencilla y honesta sobre adolescentes lesbianas que dura la mitad de tiempo, que no se recrea innecesariamente en trucos facilones (léase sexo explícito) y que logra transmitir bastante más de lo que logra Adele en tres larguísimas horas.
En relación con esto, mi principal motivo de queja y frustración con esta película (que por muchos motivos me resulta un compendio de tópicos facilones sobre la homosexualidad con un guión naïf e inocentón en exceso que camufla sus carencias bajo toneladas de sexo explícito absolutamente injustificado y que denota una visión masculina obvia) es la escena suprimida en el montaje final de los padres de Adèle echándola de casa cuando la pillan en la cama con Emma, que en el cómic marca un punto de inflexión importantísimo en la vida de la protagonista y así debería haber sido igualmente en la película para entender mejor su desamparo y su soledad. Esta escena sí que es vital para la trama y no la de las tijeras, por ejemplo, a la que se dedica una atención que roza el ridículo. ¿Por qué se suprimió entonces? ¿Para darle más minutos al sexo? ¿Es que no eran suficientes? Resulta incomprensible. Si alguien sabe darme una explicación a esto se lo agradecería, porque yo no la encuentro y me da mucha rabia que se haya eliminado una escena tan importante.
Esta es la película más machista que he visto en mi vida... Además de ser un bodrio de película, aburridísima, interminable, deshilvanada y absurda, tiene la desfachatez de frivolizar hasta extremos increíbles con las relaciones homosexuales entre mujeres. Toda ella me parece una predecible y tópica fantasía masculina además de perversa, tanto ella como sus intenciones, porque me parece repugnante cómo se abusó de estas dos actrices jóvenes por parte de un director ávido de morbo. Creo que no hacía ninguna falta mostrar tantísimo sexo y que si se hizo así fue únicamente para buscar polémica y audiencia, que se cargaron una novela original extraordinaria en función solo de la búsqueda de esta fantasía masculina heterosexual, que si hubieran sido dos hombres los protagonistas no habrían ido tan lejos las escenas de cama y tampoco la película habría sido tan alabada ni tan premiada y que de hecho si fue así fue porque los críticos (hombres heterosexuales, recordemos, en su mayoría) la valoraron más con los genitales que con el cerebro, ya que objetivamente es una historia bastante mediocre que no aporta nada.
ResponderEliminarSobre ella se ha discutido mucho sobre que si no es pornográfica, que si las escenas sexuales son gratuitas o no, que la historia original fue escrita por una mujer lesbiana y un hombre heterosexual se ha encargado de degradarla (cosa en la que estoy de acuerdo), que si en realidad está mostrando la realidad de cualquier relación, no sólo homosexual, blablablá. Pues que nadie se lleve a engaño, puesto que como suele decirse, “la respuesta más obvia es siempre la correcta”: la película puede parecer pornográfica y tener escenas gratuitamente morbosas, pero ES realmente una película pornográfica y gratuitamente morbosa.
¿Por qué tantas lesbianas estamos en contra de esta película? Aquí enumeramos las razones:
ResponderEliminar- Fomenta tópicos machistas y morbo gratuito.
- Vulgariza impunemente la maravillosa obra original, #Elazuleselcolormascalido, de #JulieMaroh, y la sexualiza convirtiéndola en basura.
- Reduce la imagen de las lesbianas a mera pornografía para hombres y la relación entre ellas a una frívola fantasía machista.
- Cosifica y explota a las actrices, #LeaSeydoux y #AdeleExarchopoulos, para hacer de ellas simples objetos masturbatorios.
- Ningunea todos los temas profundos del cómic original, así como su buen gusto y sensibilidad, sacrificando su importancia para centrarse únicamente en la explicitud de unas larguísimas escenas sexuales totalmente innecesarias para la trama.
- Intenta convencer al espectador de que estas escenas son imprescindibles para entender la vida de la protagonista, y en cambio no se regodea ni la décima parte con las escenas de cama heterosexuales (también supuestamente importantes para entender la vida de la protagonista y su evolución).
- Convierte la visibilización y normalización lésbica en puro morbo para voyeurs y pajilleros.
- #AbdelatifKechiche demuestra una total falta de respeto hacia la idea original concebida por la autora.
- Es una película mediocre premiada y alabada injustamente sólo por su reclamo sexual, sin el cual la historia no destaca por nada y habría pasado completamente desapercibida.
- Es ofensiva para las lesbianas, utilizadas una vez más para lo mismo de siempre: la consecución del placer masculino.
- Toma por idiota al espectador queriendo venderle una supuesta gran historia de amor que no es más que vulgar pornografía.
- Desaprovecha un fantástico material original y lo que podía haber sido una valiosa y memorable obra de referencia queda reducida al reclamo fácil y comercial.
- Todo lo anterior se corrobora también con las eróticas fotos promocionales y la sexualizada campaña de publicidad.